Unos consejillos prácticos para tener en cuenta...
- Sustituye la leche entera, quesos grasos y derivados, por leche descremada y productos derivados de ésta.
- A la hora de servir la comida, evita sacar la fuente a la mesa, se come menos si sirves los platos con la comida directamente.
- Prepara la comida justa, así evitarás el comer de más por no dejar sobras, o por no tirarla.
- Evita todo tipo de salsas, mayonesas o aceites.
- Limita el consumo de sal, ésta abre el apetito y además te hará retener líquidos
- Es bueno aumentar el consumo de aquellos alimentos ricos en fibra como los cereales y las legumbres, ya que estos regulan el tránsito intestinal.
- Come verdura a diario, tanto cruda como cocida, pues ésta contiene fibra, vitaminas, y además es muy rica en agua, por lo que no engorda, desintoxica y alimenta.
- Mastica lentamente (carne, fruta, verdura, etc.) cuanto más pequeña la troces mejor, de esta manera comerás mucho más despacio, y como te dará la impresión de haber comido más, comerás menos.
- Reduce al mínimo, todos aquellos alimentos ricos en azúcar, eso incluye bebidas, pasteles, helados, etc.
- Elimina de tu dieta también los embutidos y las grasas.
- Procura cocinar carnes a la plancha o a vapor
- Evita comer comida chatarra (papas fritas, completos, etc.), pero puedes darte la licencia de comerlos de vez en cuando a conciencia, procurando los demás días comer saludablemente.
- Comienza a disfrutar los alimentos con sus sabores naturales, sin muchos aliños.
- Piensa siempre en colores a la hora de comer frutas y verduras al día, mientras más colores combines mejor.
- Ten siempre a mano alimentos bajos en calorías, para consumirlos únicamente durante los ataques de ansiedad o cuando tengas hambre entre comidas, puede ser una fruta, yogurt, leche o barra de cereal.
- Haz de la hora de cocinar un buen momento también para disfrutar y compartir.
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